Los unos se centran en la mejora y en garantizar que las cosas se hagan de manera correcta y adecuada, tanto por ellos mismos como por los demás. Suelen ser personas con principios firmes, con una clara noción de lo que está bien y lo que está mal, lo que puede parecer idealista, moralista o quisquilloso a ojos de otros. Tienden a organizar y estructurar su mundo, valorando los hechos, la precisión y la claridad. Mediante su esfuerzo, trabajo duro y dedicación, se afanan por tomar la "acción correcta" y evitar errores.
Cuando su nivel de integración es bajo, el Uno puede mostrarse inflexible, rígido, dogmático e intolerante. No se incluyen a sí mismos en sus críticas y juicios hacia los demás.
En cambio, cuando gozan de un alto nivel de integración, el Uno es tolerante y realista al evaluar tanto a sí mismo como a quienes le rodean.
Al Eneagrama Tipo 1 con Ala 2 a veces se le conoce como "El Defensor". El ala Dos aporta compasión y comprensión hacia los demás a la actitud crítica del Uno. Esta combinación puede ser muy poderosa, ya que permite al Uno canalizar su idealismo de forma constructiva para servir a los demás.
Sin embargo, esta ala también puede presentar algunos desafíos. Los Unos con un ala Dos pueden sentirse heridos si sus esfuerzos no son apreciados, ya que su deseo de mejorar a las personas y las situaciones está vinculado a sentirse valorados y aceptados. Además, pueden llegar a sacrificar sus propias necesidades, sintiéndose víctimas o aprovechados.
Al conectar con su ala Dos, los Tipo 1 pueden aprender a dedicar tiempo a cuidar de sí mismos en lugar de enfocarse únicamente en lo que "deberían" hacer. También pueden aceptar sus limitaciones, comprendiendo que no pueden arreglar el mundo por su cuenta. Esta ampliación de perspectiva les ayudará a desarrollar aún más su repertorio emocional y conductual, y a replantear sus desafíos como oportunidades para crecer y evolucionar.